El sobrecalentamiento de un motor es un problema común que puede ocurrir en cualquier tipo de vehículo. Ya sea en un automóvil, camión, motocicleta o incluso en maquinarias pesadas, el calentamiento excesivo de esta pieza puede tener graves consecuencias si no se toman medidas rápidas para solucionarlo. Por eso desde Ancrisa te contamos qué puede originar este problema y qué hay que hacer en caso de que ocurra. ¡Toma nota!
¿Qué causa este calentamiento en el propulsor?
Existen diversas razones por las que un motor puede recalentarse. Uno de los principales motivos puede ser el bajo nivel de líquido de refrigerante del coche. Este es el encargado de absorber el exceso de calor generado por el motor y mantenerlo en una temperatura adecuada para su correcto funcionamiento. Si no hay suficiente líquido, el propulsor no podrá enfriarse correctamente y comenzará a calentarse por encima de lo indicado. Otra causa común es la falla en el sistema de refrigeración.
Este mecanismo está compuesto por múltiples componentes como el radiador, las mangueras o los ventiladores. Si alguno de estos elementos presenta algún fallo, el sistema no podrá operar de manera eficiente, provocando este problema.
La bomba de agua también juega un papel fundamental en la regulación de la temperatura. Esta es la encargada de hacer circular el líquido de enfriamiento. Si esta falla, el fluido no podrá circular adecuadamente y el propulsor aumentará de grados.
Otro elemento que puede causar este problema es el termostato. Este dispositivo controla el flujo de este acuoso, regulando la cantidad de líquido que ingresa y sale del mismo. Si el termostato se atasca o se queda abierto, el flujo de líquido no será el adecuado y aumentará su temperatura.
Menos frecuente, pero igualmente importante, son las obstrucciones en el radiador. Esta pieza es la encargada de disipar el calor del líquido a través de sus aletas. Si estas están bloqueadas por suciedad, hojas o cualquier otro tipo de residuo, no podrá hacer su función adecuadamente.
¿Qué consecuencias tiene?
En casos extremos, el sobrecalentamiento puede causar su fundición, lo que significa que los elementos de la mecánica se han derretido por el calor. Esto es una situación grave y puede resultar en la necesidad de reemplazar completamente el propulsor, lo que puede ser una reparación muy costosa. Además de los daños en este componente, también se pueden dar en la junta de culata, los sellos de las válvulas y las mangueras. Esto puede afectar al rendimiento del vehículo y puede ser peligroso mientras se está conduciendo.
¿Qué hacer en estos casos?
Si el indicador del cuadro de mandos muestra que el calor está aumentando por encima del índice adecuado, es importante actuar de manera inmediata para evitar daños mayores. Aquí hay algunos pasos que puede seguir:
1. Deténgase en un lugar seguro y apague el motor. Dejar que el motor se enfrié puede ayudar a prevenir daños mayores.
2. Verifique el nivel de líquido de enfriamiento: Si está bajo, rellene el depósito con líquido hasta alcanzar el nivel recomendado. También es importante revisar si hay alguna fuga en las mangueras o el radiador.
3. Revise el termostato: Si el termostato está trabado, reemplácelo por uno nuevo. Si está abierto, coloque un termostato nuevo.
4. Verifique la bomba de agua: Si sospecha que esta pieza puede ser la causa de una sobrecarga térmica, llévelo a un mecánico para que la revise y si la sustituya por otra si es necesario.
Además de estas recomendaciones, es fundamental que lleves tu vehículo a un mecánico cualificado como el que puedes encontrar en nuestros talleres oficiales. Ante cualquier problemática que manifieste tu coche no dudes en acudir a nuestras manos profesionales. ¡Te esperamos!